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07/11/2024

Por: prensa UTN

LA FRM DESARROLLA UN REPELENTE NATURAL PARA MOSQUITOS

He aquí un espacio que incorporamos a nuestra web, destinado a difundir material de autoría de investigadores e investigadoras de nuestra Facultad.

 

Interesados en que se publiquen sus trabajos, contactarse con prensautn@frm.utn.edu.ar

 

Innovación en salud pública: desarrollo de un repelente natural contra enfermedades transmitidas por mosquitos

En un contexto donde el cambio climático y las enfermedades transmitidas por vectores han ganado fuerza a nivel mundial, la Dra. Mariela Beatriz Maldonado, docente investigadora de la UTN Facultad Regional Mendoza (FRM) e investigadora adjunta de CONICET, junto con su equipo de investigación del departamento de Ingeniería Química formado por el Ing. Juan Ignacio González Pacheco, Leonel Lisanti y otros becarios y alumnos, trabajan incansablemente en el desarrollo de un repelente natural contra mosquitos basado en el árbol autóctono Schinus molle, conocido como aguaribay o falso pimiento. Esta alternativa sostenible y accesible se perfila como una solución ante la creciente necesidad de controlar la expansión de enfermedades como el dengue, el zika y la fiebre chikungunya, que están afectando a millones de personas en todo el mundo.

 

El impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades: un desafío de salud pública

La crisis climática ha acelerado la proliferación de vectores de enfermedades, especialmente en zonas donde estos nunca habían sido una amenaza. Según el World Mosquito Program, se estima que para el año 2080 más de 8 millones de personas en el mundo estarán en riesgo de contagio de enfermedades transmitidas por mosquitos. Las áreas afectadas y la duración de las temporadas de mosquitos se han expandido rápidamente, poniendo en riesgo a poblaciones de países y regiones enteras. En Argentina, la última temporada de dengue ha marcado un récord histórico, con casi 600,000 casos y más de 400 fallecimientos en la primera mitad de 2024. Este incremento ha revelado la fragilidad de los sistemas de salud en enfrentar amenazas de gran magnitud, y ha resaltado la necesidad urgente de desarrollar soluciones alternativas.

 

Una respuesta innovadora y sustentable desde la ciencia argentina

Ante esta realidad, la Dra. Maldonado y su equipo han apostado por una solución de bajo impacto ambiental y elevada efectividad. Con el aguaribay como materia prima, conocido por sus propiedades repelentes, microbicidas y viricidas, este proyecto interinstitucional tiene como objetivo final reducir el riesgo de contagio mediante un producto accesible y de bajo costo. Esta planta, que crece en toda Iberoamérica, es ideal para un repelente de uso humano inocuo, ya que su aceite esencial contiene compuestos terpénicos que actúan directamente sobre los vectores de dengue, zika y otras enfermedades.

 

El desarrollo de este repelente no solo busca aliviar el impacto de estas enfermedades en la salud humana, sino también minimizar los efectos adversos de los pesticidas químicos, que conllevan riesgos importantes para el medio ambiente y la salud de las personas. En muchos lugares, las técnicas tradicionales de control de mosquitos, como la liberación de machos estériles y el uso de bacterias como Wolbachia usado en 14 paises, han mostrado limitaciones en términos de eficacia y de dependencia de condiciones climáticas y su lucha lleva mucho tiempo en ser efectiva. Por su parte, un repelente natural basado en el aguaribay podría convertirse en una herramienta de amplio uso, fácil de aplicar y de rápida acción, disminuyendo así la necesidad de métodos invasivos y costosos.

 

La Red Aguaribay: una respuesta a la crisis de financiamiento de la ciencia

 

En un contexto de reducción de subsidios para la ciencia, la Dra. Maldonado fundó la “Red Aguaribay”, una red de colaboración entre investigadores nacionales e internacionales, que incluye miembros del CONICET y de diversas Universidades Nacionales, junto con el Grupo de Investigaciones Agrobiotecnológicas (GIAB) de la UTN La Plata. La Red Aguaribay ha permitido sostener la investigación y el desarrollo del repelente mediante alianzas estratégicas que compensan la falta de apoyo económico estatal. En palabras de Maldonado, “las investigaciones y las ideas que son patrimonio de la humanidad deben ser puestas al servicio del prójimo”, y esta red es un claro ejemplo de cómo la cooperación científica puede convertirse en una herramienta de resiliencia y sostenibilidad frente a crisis económicas y climáticas.

 

La colaboración con el GIAB, liderado por el Dr. Luis Perego, ha sido fundamental para llevar adelante este proyecto, pues se ha logrado materializar la idea en un producto tangible, que próximamente estará disponible bajo receta magistral y en proceso de registro en ANMAT. Con un enfoque inclusivo y orientado a la salud pública, este repelente natural representa una alternativa viable y segura frente a los productos sintéticos que actualmente dominan el mercado, y cuya aplicación prolongada plantea preocupaciones sobre su toxicidad y el impacto ambiental.

 

Compromiso con la formación y la ética profesional: la importancia de innovar con responsabilidad

 

Durante su estadía en la UTN La Plata, la Dra. Maldonado ofreció una conferencia sobre el futuro de los alimentos, el cambio climático y la necesidad de incorporar la ética profesional en la formación de nuevos profesionales. En su discurso, enfatizó que la ciencia debe estar guiada por el compromiso con el bienestar común y la responsabilidad ambiental, especialmente en un momento en que las tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, abren posibilidades para desarrollar nuevos productos y soluciones con un impacto positivo en la sociedad.

 

Para Maldonado, la ciencia aplicada debe orientarse hacia el beneficio de la comunidad. En esta línea, destaca que proyectos como el repelente a base de aguaribay no sólo mejoran la salud pública, sino que también pueden generar nuevas fuentes de trabajo, fomentando la retención de talento joven y evitando la fuga de cerebros que afecta al país. El proyecto cuenta con un equipo multidisciplinario de expertos en áreas como química, biotecnología y farmacología, quienes aportan su conocimiento para el desarrollo de un producto que, además de ser eficaz, respete el entorno y tenga un impacto social positivo.

ODS y un producto inclusivo: una contribución al desarrollo sostenible

Este repelente natural se alinea con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, en especial aquellos relacionados con la salud y el bienestar (ODS 3), la equidad de género y el empoderamiento económico de las mujeres (ODS 5), y la acción por el clima (ODS 13). La Dra. Maldonado subraya que este proyecto, administrado en gran parte por mujeres, puede empoderar económicamente a muchas trabajadoras y promover el bienestar en sus comunidades. Además, al reducir la dependencia de pesticidas químicos, el proyecto contribuye a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y a mejorar la calidad de vida de las poblaciones afectadas por la exposición a productos químicos peligrosos.

 

El potencial de un biocida natural en tiempos de cambio climático

El desarrollo de este repelente es una respuesta concreta a la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles ante el avance de enfermedades transmitidas por mosquitos, en un contexto de inestabilidad ambiental. Las propiedades del aguaribay no solo lo convierten en un biocida natural efectivo, sino que también representan una alternativa accesible y segura para las comunidades vulnerables.

 

La Dra. Maldonado y su equipo han mostrado que, en tiempos de adversidad, la colaboración, la creatividad y el compromiso ético son esenciales para avanzar en el camino de la innovación y la sostenibilidad. Con el respaldo de instituciones académicas, alianzas estratégicas y una visión clara de su impacto en la salud pública, este proyecto promete convertirse en un ejemplo de cómo la ciencia argentina puede marcar una diferencia en el escenario global.

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