La Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) continúa fortaleciendo su sistema de gestión de calidad. Seis de sus laboratorios —tres de ellos recertificados y otros tres con auditoría de mantenimiento— superaron recientemente la auditoría del organismo certificador DNV (Det Norske Veritas), manteniendo así la vigencia de la norma ISO 9001.
El Esp. Ing. Ricardo Fuentes, Secretario del Consejo Directivo y de Relaciones Institucionales de la UTN Mendoza, explicó que el proceso de certificación forma parte de una política sostenida en el tiempo.
“Históricamente, algunos laboratorios certificaron primero y otros se sumaron después, por lo que hoy tenemos dos grupos con distintos tiempos de auditoría”, detalló el ingeniero.
En esta última instancia, tres laboratorios recertificaron su sistema de gestión: el de Agua y Suelos, el de Metalurgia y el de Sismicidad mientras que, otros tres, mantuvieron su certificación vigente: el de Estructuras, el de Ensayos Eléctricos de Electromecánica, y el de Suelos.
Un estándar de calidad reconocido internacionalmente
La certificación bajo la norma ISO 9001 garantiza que los laboratorios trabajan con procesos trazables, metodologías estandarizadas y equipos calibrados y verificados por auditores externos.
“Esto representa una ventaja competitiva importante —destacó Fuentes—, porque nuestros laboratorios pueden equipararse con otros de la región que también cuentan con certificaciones internacionales”.
El proceso de auditoría es exigente: los profesionales de DNV revisan documentación, procedimientos, calibraciones y la correcta implementación del sistema de calidad. Dependiendo del tipo de auditoría —mantenimiento o recertificación—, el alcance y la duración varían.
“La auditoría de recertificación es más rigurosa y costosa que la de mantenimiento, porque implica una revisión completa del sistema”, explicó Fuentes.
Compromiso y trabajo sostenido
Mantener el certificado no solo demanda recursos económicos —el costo se distribuye entre los laboratorios participantes—, sino también una dedicación constante del personal técnico y académico.
“Es importante que haya laboratorios que decidan mantenerse en el sistema. Lleva tiempo, esfuerzo y compromiso. No se trabaja solo para la auditoría, sino que la metodología debe sostenerse todo el año”, remarcó el secretario.
Los seis laboratorios mantienen el estándar por convicción institucional y profesional, conscientes de que un sistema de calidad sólido mejora la confiabilidad de los resultados.
“Cuando un laboratorio trabaja ordenadamente y sigue siempre los mismos procedimientos, los resultados son más confiables. Esa es la verdadera importancia de sostener una certificación”, concluyó Fuentes.