En una nueva edición de RadioBit, entrevistamos al Dr. Ing. Gustavo Palazzo, investigador del Centro de Investigación para Ingeniería Civil (CEREDETEC) de la UTN Facultad Regional Mendoza. El especialista explicó la importancia del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe, detalló la participación argentina por primera vez en estas jornadas internacionales y analizó el impacto que estas iniciativas pueden tener en las futuras normativas de construcción y seguridad estructural de la región.
La UTN Facultad Regional Mendoza volvió a estar presente en el escenario internacional de la ingeniería sísmica a través de la participación del Dr. Ing. Gustavo Palazzo, investigador del CEREDETEC, quien representó a la Argentina en la VIII Jornada del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe, realizada recientemente en El Salvador. Se trató de la primera vez que el país participa de este espacio que reúne a especialistas de 19 naciones con el objetivo de debatir, armonizar y proponer lineamientos comunes para la construcción sismorresistente en la región.
Durante la entrevista, Palazzo explicó que un Código Modelo Sísmico es un documento técnico de referencia que orienta a los países sobre cómo diseñar, evaluar y reforzar edificaciones nuevas y existentes, basándose en criterios comunes y actualizaciones permanentes. Si bien cada país mantiene su propia normativa, el código modelo permite comparar realidades, compartir experiencias y generar consensos entre naciones con contextos sociales, económicos y constructivos similares.
En su repaso histórico, el investigador detalló que Argentina cuenta con su propio Reglamento de Diseño Sismorresistente, cuya versión más reciente data de 2018 y se basa principalmente en la escuela estadounidense. Sin embargo, advirtió que la aplicación del reglamento no siempre es uniforme: algunos municipios adoptan versiones anteriores, lo que genera diferencias en los niveles de seguridad estructural. En este sentido, destacó el caso de San Juan, donde toda la provincia aplica un único reglamento.
El Código Modelo para América Latina y el Caribe surge precisamente para ofrecer un espacio de convergencia regional que permita integrar saberes y prácticas locales con estándares internacionales. La ingeniería sísmica chilena –una de las más desarrolladas del mundo– fue un impulso determinante para su creación, a partir de la necesidad de contar con un marco común que contemple las particularidades de la región: materiales disponibles, métodos constructivos, limitaciones económicas y la amplia presencia de viviendas informales.
Uno de los aspectos más interesantes de la conversación fue el análisis sobre la implementación real de estas normas. Palazzo explicó que la existencia de un reglamento avanzado no garantiza por sí sola su aplicación, ya que entran en juego variables políticas, administrativas y financieras. Mencionó como ejemplo el reglamento de sistemas aisladores y disipadores que su equipo propuso en 2022, aún pendiente de tratamiento a nivel nacional. También abordó los desafíos económicos que supone aplicar normativas estrictas, especialmente en sectores vulnerables o en regiones con amplia autoconstrucción.
La mirada latinoamericana aporta, según Palazzo, una perspectiva más realista y adaptable. En este sentido, relató experiencias innovadoras como la de Nepal, donde ante la imposibilidad económica de reforzar todas las escuelas, se diseñaron bancos especiales capaces de proteger a los estudiantes en caso de colapso estructural. “A veces no se puede hacer todo, pero sí se pueden tomar medidas concretas que reduzcan riesgos”, afirmó.
El investigador destacó además que las jornadas permitieron fortalecer vínculos con colegas, organismos internacionales, empresas y universidades. Esto abre nuevas puertas para la colaboración académica y técnica, y para que el CEREDETEC y la UTN FRM participen activamente en futuras comisiones del Código Modelo. Según adelantó, ya se encuentra en tratamiento un convenio que permitirá la integración formal de la institución en estos grupos de trabajo.
Otro eje relevante fue el rol de los organismos internacionales, como la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres y el Banco Interamericano de Desarrollo, que no solo acompañan técnicamente estos procesos, sino que también financian instancias de capacitación y participación. Gracias a ello, especialistas de distintos países pudieron viajar, debatir, presentar estudios y conocer experiencias locales en El Salvador.
Palazzo también vinculó esta experiencia con el trabajo que desarrolla en la UTN FRM sobre refuerzo de estructuras en escuelas, una línea de investigación fundamental para comprender el comportamiento sísmico de los edificios educativos existentes. Además, comentó que parte de lo aprendido en las jornadas ya se está transfiriendo al CEREDETEC y a otros investigadores de la institución, generando un impacto directo en la actividad científica local.
Hacia el final de la entrevista, el especialista reflexionó sobre la importancia de pensar la ingeniería con una mirada de largo plazo, integrando estrategias de reducción de riesgos, evaluación de vulnerabilidades y planificación según las amenazas específicas de cada región. Para Argentina, afirmó, el gran desafío es combinar el conocimiento técnico con políticas sostenidas que permitan modernizar las normativas y avanzar hacia construcciones más seguras.
MIRÁ LA ENTREVISTA EN YOUTUBE